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Asesoramiento, instalación y mantenimiento de equipos de protección contra incendios. Servicios auxiliares a empresas de protección contra incendios



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viernes, 14 de octubre de 2011

¿Y el grupo de presión para incendios?

Voy a retomar el blog, antes de que se me olvide como era esto de escribir. Lo malo de escribir un blog no es el hecho de escribir, lo peor es decidir sobre qué tema hacerlo dentro de nuestro sector.

Después de unas experiencias increíbles voy a intentar escribir sobre las salas de bombas sin bombas, algo que estoy empezando a encontrarme en algunas instalaciones residenciales.

Uno va con toda su buena voluntad a realizar los trabajos encargados por mis clientes, con todos los protocolos de mantenimiento preparados y los instrumentos de medición adecuados para hacer la revisión de las bombas, llego al cliente y le pido que me enseñe el grupo de bombeo de incendios, cuyo mantenimiento tiene contratado, me suelen llevar a un lugar profundo e inmundo donde… ¡¡¡SORPRESA!!! Me encuentro con un aljibe de 12 m3 de agua putrefacta, con su sistema de llenado en estado catatónico y dos tuberías que salen del depósito con una tapa soldada. Y nada más.

En otro caso fue aún más divertido, del depósito de agua putrefacta salía una tubería de riego conectada a una bomba de estanque de unos 100W que bombeaba el agua a la red de BIES. Se me ocurrió preguntar cómo funcionaba el sistema, me dijeron que en caso de incendio, el conserje bajaba al depósito le daba a un interruptor y ponía la bomba en marcha. Salí de allí aguantándome la risa.

El caso, es que estas instalaciones, situadas en sendas urbanizaciones con varias plantas de garaje, bastantes BIES, alguna cortina de agua de dudosa utilidad, aunque eso ya es otro tema, como decía, estas instalaciones cuentan con todos los permisos y autorizaciones de las autoridades pertinentes… o tal vez debía decir de las autoridades “pestilentes”

Después de realizar un informe demoledor, surge el siguiente problema, la empresa que me contrata para realizar la revisión me dice que no podemos presentar el informe debido a que tienen el contrato de mantenimiento desde hace 5 años y nunca habían dicho nada, que si lo dicen ahora van a pensar que son idiotas. Y es que muy listos no son. El problema vuelve a ser el de siempre, la falta de preparación del personal que trabaja en las empresas del sector. En una gran mayoría de los casos, el mismo chico, mal formado y mal pagado que revisa los extintores, revisa el resto de la instalación, es obligado a hacerlo a toda velocidad, firmar el parte y salir de allí corriendo, os aseguro que se de lo que hablo. El resultado es que no se realiza ningún informe, la verdad es que no se realiza ni la revisión, claro, eso lleva tiempo, requiere de personal especializado y conlleva un gasto.

Surge otra pregunta ¿alguien en la administración revisa las instalaciones antes de legalizarlas? Yo he estado en muchas ocasiones en inspecciones por parte de los ayuntamientos. Nunca he estado en ninguna donde no hubiese bombas en la sala de bombas, tal vez esas inspecciones no se realicen in situ, y los documentos se firmen, como diría Forges, en “salones Vicky”.

Nunca pasa nada hasta que pasa.

lunes, 18 de julio de 2011

Esas cosas que solo pasan en las comunidades

Hace unos días mi esposa y yo nos fuimos a cenar a casa de unos amigos que viven una de esas nuevas viviendas situadas en una urbanización cerrada formada por varios bloques de pisos con un garaje común.

Según llegábamos se escuchaba una sirena desde la calle.

Llamamos al telefonillo, y nos abren supongo que porque nos esperaban, ya que el ruido de la sirena era ensordecedor y no se escuchaba nada.

Después de los saludos y los besos, se me ocurre preguntar que si eso que suena era la alarma de la detección de incendios.

-¿Qué es eso que suena, la alarma de incendios?

-Sí, lleva así toda la tarde.

¿Y nadie comprueba que es lo que pasa?

-No lo sé, que lo compruebe el presidente.

¿Y no tenéis conserje?

-Sí, pero lo fines de semana no trabaja.

¿Y entonces que pasa en estos casos?

-Pues ya lo ves… que suena durante horas

-Sí, pero podría tratarse de un incendio de verdad, un coche incendiado, un derrame de combustible, podría afectar a tu coche…

Ante estas “ya terribles” afirmaciones bajamos al garaje y lo único que comprobé era que algún gracioso había activado al menos tres pulsadores. Pregunté donde estaba la central de control y me ofrecí a solucionar el problema.

-La central está dentro del cuarto del conserje.

-¿Quién tiene la llave?

-Nadie, solo el conserje.

Y así estuvimos dos horas más hasta que alguien llamó a su casa al conserje que apareció un sábado por la noche a rearmar tres pulsadores y la central.

Pues esta historia es mucho más habitual de lo que parece. Las centrales de control de incendios deben de encontrarse un lugar donde puedan ser atendidas. Esto en las empresas es muy fácil de hacer, pero en las comunidades de vecinos el personal se escaquea que da gusto. Como profesionales debemos transmitir la idea de que lo que se puede estar quemando es tú casa. Alguien debería preocuparse por verificar la alarma y en su caso rearmar la central o llamar a los bomberos. ¿Qué administración debería de encargarse de controlar esto?

En alguna ocasión he participado en “la sacada” de la central del cuarto de conserje, de forma que quedara accesible para ser operada por los vecinos, esto en muchas ocasiones ha sido mucho peor que soportar durante horas el sonido de las campanas, las centrales terminan muy dañadas. Incluso en alguna ocasión robaron las baterías ya que servían estupendamente para la moto Fever de algún chaval.

De alguna manera tenemos que llegar a un término medio para solucionar este problema en comunidades de vecinos sin conserje las 24 horas. Tal vez la utilización de un pulsador de inhibición de campanas pero que manutuviese una señal óptica… Aunque el principal problema a resolver es que alguien deberá verificar la existencia o no de un incendio en el área protegida…

Se admiten ideas… por favor…

martes, 7 de junio de 2011

El informe de mantenimiento ¿Y qué es eso?

Ya hemos terminado el mantenimiento de los sistemas de protección contra incendios en las instalaciones del cliente. ¿Seguro que hemos terminado? No, el trabajo de verdad empieza ahora.

Ha llegado el momento de realizar el informe. La mayoría de las empresas entregan un listado de elementos y mencionan los que no están en buen estado. Eso es una autentica chapuza.

Nuestro famoso Real decreto 1494/1993 indica que los informes deben de ser razonados. ¿Y qué es eso de razonados?

Muy sencillo, cuando en el informe indiquemos una anomalía se debe especificar la solución y cuando se mencione un incumplimiento de normativa, se indicará que norma se incumple y se añadirá al informe el texto correspondiente. La fotografía digital es también un gran aliado.

En la mayoría de los casos el cliente desconoce que debe exigirlo, si lo podemos pasar por alto, mejor, pasamos la factura y punto. Y así nos va en el sector.

Un correcto informe es el mejor de los comerciales y esto lo digo con autentico conocimiento de causa. Un informe detallado en manos de un cliente cualificado es el mejor arma de ventas de la que podemos disponer, a nuestro cliente le ofrecemos los argumentos que debe utilizar ante su superior para poder justificar las mejoras y las correcciones necesarias en su instalación de PCI. El informe es la prueba de nuestra competencia profesional y un cliente correctamente informado se suele convertir en un cliente leal y fiel.

Pero claro, un informe correcto lleva su tiempo, bastante en algunos casos, es necesario la preparación de una base de datos y de un argumentario adecuado, realizar la correcta presentación y en muchos casos después nos toca ir a una reunión para poder defenderlo. Para poder realizar correctamente estas funciones es necesario disponer de personal con la adecuada cualificación profesional y en este punto es donde comienzan los problemas en la mayoría de las ocasiones.

Poneros a trabajar en un correcto departamento técnico correctamente preparado y podréis ahorraros mucho dinero en trajes de Armani para los comerciales.

lunes, 30 de mayo de 2011

Hablemos de hidrantes 2ª Parte

Una de las decisiones más importantes en la vida de un diseñador de sistemas de protección contra incendios es “CHANNN CHANNNN”:
 
  • A ver qué tipo de hidrante coloco.

Pues esto, que parece muy sencillo, al parecer no lo es tanto.
 
Los hidrantes más usados habitualmente son de columna seca, columna húmeda y enterrados.
 
El hidrante de columna húmeda tiene agua en toda “su columna” de ahí su nombre, el de columna seca tiene el agua por debajo del nivel del suelo y el enterrado, pues eso, está enterrado bajo una arqueta.
 
El hidrante de columna seca se coloca en sitios con riesgo de heladas, sus características hacen que sea ideal para este tipo de instalaciones dado que al estar vacio y solo llenarse de agua en caso de actuación no se congele en esas noches de invierno mesetarias a -8º, además dispone de un sistema de drenaje automático, que hace que se vacié de agua en el momento de ser cerrada su válvula, ingeniosos y simples ¿verdad?
 
¿Entonces alguien me puede explicar la razón por la cual nos empeñamos en instalarlos mal? A ver si nos enteramos, en los hidrantes solo se debe de ver la parte pintada de rojo, la parte pintada de negro se tiene que quedar enterrada y no porque quede feo, la válvula de cierre se encuentra situada en la “parte inferior en la parte pintada de negro” el hecho de que esta zona se quede enterrada es lo que hace que el agua del hidrante no se congele. ¿Queda claro?
 
 
 
En algunas ocasiones y debido a malas instalaciones estos hidrantes se mueven un poco, entonces llega el listo de turno y decide que no hay nada como un buen dado de hormigón para inmovilizarlo. Se excava alrededor y se rellena con un dado de un metro cubico de hormigón, y se quedan tan anchos, en estos casos se queda obstruida la válvula de drenaje, por lo tanto, después de su uso el hidrante se queda lleno de agua y ya tenemos el lio montado. Queridos niños y niñas, a ver si nos leemos las hojas de especificaciones.
 
Pero lo divertido es que ¿para que vamos a liarnos con todo esto? Instalamos hidrantes de columna húmeda en mitad de la meseta castellana y ya está. No es broma, este tipo de hidrantes están instalados en lugares donde las noches de invierno pueden ser inferiores a -10º y os aseguro que revientan, y de qué manera.
 
Los hidrantes de columna húmeda no son mucho más baratos, solo el desconocimiento es lo que hace que se instalen en lugares indebidos. En España solo se deberían colocar en la costa mediterránea.
 
Los enterrados solucionan algunos de estos problemas, pero crean otros. El principal problema es el de encontrarlos. He pasado días de esos de reírme de Indiana Jones, en busca del hidrante perdido. Solo me ha faltado usar un detector de metales, por alguna curiosa razón este tipo de hidrantes se utiliza mucho en plataformas logísticas, lo cual está muy bien, si no fuera por el “pequeño inconveniente” de que siempre se instalan en la zona donde se aparcan los camiones, lo habitual es que se queden bloqueados por una rueda. Ponte a buscar al conductor del camión en caso de emergencia. Raras veces se señalizan estos hidrantes, como digo siempre, Nunca pasa nada hasta que pasa.
 
Lo peor de estos hidrantes suele ocurrir cuando el cliente tiene dinero para asfaltar su propiedad, he tenido clientes que se han puesto de varios colores cuando después de mostrar orgullosos su nuevo e impoluto pavimento les he dicho eso de… ¿os habéis acordado de los hidrantes enterrados?
 
Dejaremos aquí el asunto por el momento.

miércoles, 27 de abril de 2011

Hablemos de hidrantes. 1ª parte

Vamos a hablar un poquito de hidrantes. Solo un poquito.

Para los profanos en la materia, podemos definir un hidrante, como:

Cacharro que está en la calle que sale en las series norteamericanas, que usan los niños para bañarse en el barrio de Harlem, que produce un gran surtidor de agua cuando un coche choca con él y que un poli de Nueva York, te pone una multa si aparcas enfrente.

Aunque todos los que nos dedicamos a esto es España sabemos que tienen otros usos, como por ejemplo…

Regar los jardines de los establecimientos que protegen, provocando el arranque de las bombas y luego nos llaman, ya que las bombas arrancan solas misteriosamente.

Sirve para que desaparezcan misteriosamente los racores ¿alguien sabe a cuanto esta el kilo de aluminio estampado en una chatarrería?

Otro uso habitual es el de hábitat de avispas y de abejas que se cuelan por los inexistentes tapones de purga de los racores.

En los complejos industriales cerrados, al menos en algunos, los hidrantes si son cuidados, simplemente hay que volver a lo que siempre predico desde aquí, enseñar. No siempre el jefe de seguridad es un experto en lo que a material contra incendios se refiere, si nos sentamos con él o ella media hora y le explicamos claramente sus características, funcionamiento y mantenimiento, ya tenemos gran parte del problema resuelto. Y es que muy pocos saben para qué sirven los inexistentes tapones de purga de las tapas de los racores y la que debe ser invisible válvula de drenaje, si se lo explicamos correctamente haremos participe a nuestro cliente de nuestro trabajo y de paso lo pondremos en valor.

Pero no todos los hidrantes tienen la suerte de estar bajo control, y estos suelen estar en un estado muy lamentable, curiosamente muchos de estos hidrantes están situados en edificios bajo supervisión de la administración pública, y es que ellos ponen las normas y luego no las cumplen. No tenéis más que daros un paso alrededor de los hospitales y algunos ministerios de Madrid. Desde que tengo teléfono con cámara me voy dedicando a fotografiarlos, algún día haré una exposición de fotos de hidrantes catastróficos.

El uso del hidrante debe de ser enseñado siempre. Me he reído muchas veces viendo como los equipos de primera intervención se hacían un lio con su uso en los simulacros realizados en las fabricas, no eran capaces de colocar la bifurcación en la boca de 70 o abrían las válvulas sin extender por completo las mangueras. Todos sabemos que estas operaciones no son difíciles, simplemente hay que conocerlas y enseñarlas debería ser nuestra obligación y también parte de nuestro negocio.

Probar a sentaros un rato a explicar su funcionamiento, podréis comprobar cómo los usuarios de todos los niveles se asombran cuando se explica que lo de los chorros de agua cuando choca un coche solo pasa en las películas… que los hidrantes se quedan cerrados automáticamente en caso de impacto, disfrutad enseñando.

viernes, 8 de abril de 2011

Los "no simulacros" de evacuación

Al hilo de un comentario en LinkedIn me ha venido a la mente otra historia relacionada con nuestra profesión.

La evacuación de los edificios, eso que nunca se hace, debido a que… media hora al año, multiplicada por el número de trabajadores de un edificio…. A ver… si… esto… resultado:

“Mire, yo pago a la gente para que trabaje, no para que abandone sin necesidad el puesto de trabajo.”

Conozco muy poquitos centros de trabajo donde se realizan simulacros con asiduidad y en la mayoría de ellos sus directivos son extranjeros.

He sido participe de historias de evacuaciones, unas simuladas y otras accidentales, algunas historias son divertidas y otras no tanto, independientemente de esto, los ejercicios de evacuación son prácticamente inexistentes en nuestras empresas y principales edificios.

Haciendo pruebas en los sistemas de detección, accidentalmente alguna vez he activado las campanas, ¡Jo! ¿A quién no le ha pasado? Tranquilos, que no pasa nada, la gente se queda sentada en su sitio preguntando qué es eso que está sonando, quien se ha quedado en el ascensor y luego suspiran cuando cesa el sonido.

Pero en alguna ocasión el personal salió corriendo, bueno, dejémoslo en que simplemente salió.

Siendo yo un tierno infante profesional, en los años 80, en una fábrica cerca de Mejorada del Campo (Madrid) haciendo una remodelación en el sistema de detección automática hice sonar las alarmas, sonaron durante unos 10 segundos, el tiempo que tarde en retirar la alimentación de todo el sistema. Yo estaba en la central telefónica, lugar donde estaba instalada la central de incendios y no me di cuenta de lo que pasaba. El personal abandono la fabrica.

A la media hora fui llamado a capítulo por el director de la factoría. Por el camino me contaron lo que había pasado y ya me veía yo despedido de mi primer trabajo. Mientras me temblaban la piernas en el despacho del director me pregunto qué es lo que había ocurrido, le conteste la verdad, en ese momento yo ya pensaba que estaba en mi ultimo día de trabajo y me daba un poco igual. El hombre me debió de ver nervioso y me dijo: no te preocupes, no pasa nada, ¿has visto la evacuación? Pues no, no la había visto, estaba dentro de la centralita telefónica… Y me explicó: la evacuación no ha sido una evacuación, ha sido una romería, la gente volvía a coger el bocata y el tabaco, nadie fue a los puntos de reunión, cada uno salió por donde le dio la gana, pocos pararon las maquinas antes de salir… ¿su empresa puede ayudarme para solucionarlo? En ese momento le remití a mi jefe, hoy le habría vendido un excelente plan de evacuación.

En las empresas extranjeras el percal es totalmente distinto, los jefes de seguridad me exigen que las campanas suenen simultáneamente en todo el centro y que se proceda a la evacuación sin contemplaciones, luego ya veremos qué es lo que ha pasado y os aseguro que se lo toman muy en serio. Pondré un ejemplo:

Marks & Spencer de la calle Serrano de Madrid, hoy es El Corte Inglés, eran unos almacenes británicos que durante unos años se establecieron en España, Me pidieron que las campanas sonaran instantáneamente en todo el edificio con la actuación de un solo detector. Sábado por la tarde de rebajas, cuatro personas fumando en una pequeña sala de reuniones, se activa el detector (tenían que estar fumando mucho) los empleados dirigen al público y desalojan ejemplarmente el edificio en un tiempo record, se sanciono a los cuatro fumadores reunidos, no por fumar, no por provocar la evacuación, se los sanciono por seguir tranquilamente su reunión y no abandonar el edificio, como medida preventiva se prohibió fumar en todas las dependencias del edificio a partir de ese momento.

Estoy muy de acuerdo con Rosa Pérez Riesco, Jefa de prensa de Tecnifuego-Aespi, cuando dice que esto es un problema de concienciación y que debería empezarse por los colegios, además, en los colegios es facilísimo de hacer… solo hay que ver lo que pasa cuando suena el timbre del recreo, Tengo un cliente que mantiene colegios, se lo propondré. ¿Abrimos otra línea de negocio?

jueves, 17 de marzo de 2011

desventuras de las puertas corta-fuegos

Siempre nos olvidamos de las puertas corta fuegos, tanto, hasta el punto de que en el recorrido de una de ellas en un centro comercial de Alcorcón, se encontraban instaladas un montón de mesitas de un restaurante y puedo asegurar que era una puerta corredera enorme, una puerta corredera que no habría cumplido su función en el caso de que hubiese sido necesario, alguna mesa se lo habría impedido.
Pero las características principales de estas puertas, aparte de las oficiales son:
  • Nadie sabe para qué sirven.
  • Alguien tiene frío, las cierra y arranca el electroimán de la pared.
  • Un día, el que tenía frío, tiene calor, y como no puede abrir la puerta debido a que arrancó el electroimán le pone una cuña en el suelo, o un extintor, para que no pueda cerrarse.
  • Por alguna curiosa razón, siempre se descuelgan de la bisagra superior, por lo tanto se bloquean y tampoco pueden cerrarse.
  • Los muelles están destensados y tampoco se cierran por este motivo.
  • En las de doble hoja, los selectores de cierre hacen mucha gracia a la gente y terminan doblados hacia arriba para evitar “accidentes” por lo tanto, en el inverosímil supuesto de que llegaran a cerrarse quedaría un hueco en su zona central.
Pero un día, llegué muerto de risa a casa después de vivir una situación realmente divertida en lo que a puertas corta fuegos se refiere.
Así aconteció:
Fábrica de galletas en una llanura cerealista española (No voy a dar más datos) Tocaba el día de la inspección de Factory Mutual Global, reunión inicial con todas las personas implicadas en la protección contra incendios de la fábrica y después de revisar los últimos informes y la documentación comenzamos la inspección formando la comitiva ya habitual en estos procesos. Después de revisar los sistemas de abastecimiento de agua, llegamos a la central de control de incendios donde me piden que realice una prueba de estrés cortando la alimentación eléctrica y dejando solo la alimentación a baterías. Bien, el técnico confunde los fusibles y le quita la alimentación general, tanto de baterías como de red a la central y a las fuentes de alimentación. Tampoco pasa nada, se repone la alimentación, se rearma la central y volvemos a repetir la prueba de la forma correcta. De repente, entra en la sala de control un tipo hecho una fiera que resulto ser el encargado del almacén ¿Quién ha sido el g… que ha cerrado las puertas correderas? Evidentemente se habían cerrado las puertas corta fuegos debido al corte de alimentación. Y entonces el susodicho, saca del bolsillo la caja de las medallas y continua… menos mal que yo siempre tengo esas puertas con unas cuñas para que no puedan cerrarse, no sea que una carretilla pueda chocar contra ellas. Vi como el jefe de seguridad palidecía y el inspector de Factory Mutual sacaba el cuaderno, el bolígrafo y se ponía a escribir como un poseso, por supuesto, el siguiente punto de inspección fueron las puertas corta fuegos y supongo que el director de la fábrica al día siguiente comenzaría a supervisar personalmente el entrenamiento del pelotón de fusilamiento.
Las puertas corta fuegos son posiblemente las grandes olvidadas del sector, se instalan correctamente y un par de años después ninguna cumple la función para la que fueron instaladas, incluso he conocido un caso en el que en una comunidad de vecinos, eliminaron los vestíbulos corta fuegos de los garajes, con el argumento de ¿para que servían tantas puertas?
Nuevamente nos toca hacer pedagogía con nuestros clientes y dejarles muy claro que cuando en nuestros informes de mantenimiento presentamos anomalías en las puertas corta fuegos, deben de ser subsanadas de forma inmediata y tomar las medidas necesarias para evitar su deterioro.
A ver si al final lo logramos entre todos.

lunes, 14 de marzo de 2011

Tenemos que enseñar

Hace ya algún tiempo, sentado tranquilamente en mi mesa me pasan el siguiente aviso de avería en una importante empresa en Alcalá de Henares:

“hemos tenido un incendio y la manguera no ha funcionado”.

¿Cómo es posible? Evidentemente tardé 0,45 milésimas de segundo en coger el coche y salir disparado esperando que el cliente me parta la cara y de paso ver qué es lo que ha ocurrido.

Evidentemente me reciben con las garras afiladas, como todo en esta vida hay afinidades y no falta quien ya ha visto una oportunidad de mandar a mi empresa de aquella época a la porra.

Se trataba de una Boca de Incendio Equipada (BIE) de Ø45mm situada en una pasarela de un tejado que protegía una chimenea con riesgo de incendio, la chimenea se incendió y actuó de inmediato el equipo de primera intervención de la fabrica. El personal de este equipo usó la BIE y no salió agua por la lanza… mal asunto. La chimenea y parte del tejado calcinado e inservible.

En fin… subo a la cubierta como si subiera al patíbulo, escoltado por las fuerzas vivas de la compañía, incluso algunos iban sonrientes… solo faltaba el redoble de tambor.

Con toda solemnidad, abro la BIE, extiendo la manguera, abro la válvula, giro la lanza y… ganas me dieron de bañar a toda la concurrencia, se escucha en la lejanía cómo arranca la bomba diesel y sale un chorro de agua de unos 10 metros de alcance, la lanza estaba cerrada y sólo tuve que abrirla. Hay que recordar que las lanzas de las mangueras contra incendios disponen de tres posiciones, cerrada, chorro y cortina o abanico. Las personas que componen los equipos de primera intervención deben saber esto.

Los que estaban serios sonrieron, los que sonreían se pusieron serios y yo internamente suspiré y confirmé lo que sabía, a la BIE no le pasaba nada. Convertí mi inminente ejecución en una clase de cómo funciona una BIE y pasé a vender un curso de formación a la brigada de primera intervención.

Nuevamente el problema de siempre, de nada sirve disponer de un sistema de protección contra incendios adecuado si luego no sabemos utilizarlo, en este caso se perdió una chimenea y algunos metros cuadrados de cubierta, pero podía haber sido mucho peor y todo porque un componente del equipo de primera intervención de una fabrica no conocía el uso una BIE.

Nuevamente la moraleja, debemos enseñar a nuestros clientes cómo funcionan estos medios de protección que vendemos e instalamos, nosotros somos los primeros interesados en que no pasen estas cosas y no crearnos injustificadas malas famas, que las justificadas ya vendrán solas.

lunes, 7 de marzo de 2011

El sistema de detección desconectado.


Hace unos meses, conocimos que el sistema de aviso del sistema de protección contra incendios de la plataforma de BP que se incendió y se hundió en el Golfo de México y que le trajo de cabeza a Obama, se encontraba desactivado desde hace varios meses. Sé ve, que a  algunos de los profesionales que trabajaban en la plataforma les dio por declarar esto en un arranque de desprecio absoluto por sus puestos de trabajo. Seguro que por ahí andan sus CV en infojobs.

El sistema de detección de incendios y de gases se encontraba en funcionamiento, pero los medios de alarma se encontraban desactivados, evidentemente está muy feo eso de despertar a las personas que trabajan en plataformas petrolíferas de madrugada con falsas alarmas de incendios, yo creía que esas cosas solo pasaban en España.

Si las falsas alarmas eran habituales sería debido a que el sistema no era el adecuado o se encontraba mal mantenido y esto no pasa solo en las plataformas petrolíferas de BP en el golfo de México, pasa también en muchas industrias cercanas y en la mayoría de instalaciones de garajes y trasteros, por no decir también hoteles y centros comerciales. Cuando suena por segunda vez el molesto pito se desconecta y punto, fin del ruido, pero es el inicio de un gran problema que puede llegar a convertirse en un desastre.

Debemos de concienciar a los clientes finales. De nada sirve que se gasten el dinero en un sistema de protección, que con suerte no será necesario que funcione nunca, si luego se abandona y no se mantiene. Pero los únicos culpables no son los clientes finales, muchas de las empresas del sector no hacen bien su trabajo, eso sí, cobrar, cobran de maravilla.

En todas las facetas de la vida, solo hay una forma de hacer las cosas bien, pero en protección contra incendios no solo hay que hacerlas bien, deben  de ser perfectas, trabajamos con equipos que en condiciones normales alcanzan la obsolescencia sin que nunca lleguen a funcionar, pero si se da el caso de ser necesarios, deben actuar a la perfección y no hay excusa posible.

Por lo tanto, no deberíamos negociar a la baja nuestros precios a costa de la calidad de los equipos y servicios que prestamos, en nuestro trabajo, si no queda más remedio solo podemos bajar precios a costa de nuestra cuenta de resultados. Ganaremos menos dinero, pero dormiremos tranquilos todos los días y ganaremos en prestigio profesional.